Misericordia

Misericordia

“Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia”

(Mateo 5:7)

En la historia de Jesús sobre el hijo que se va de la casa, el padre refleja la imagen de Dios Padre.

 El padre es compasivo y misericordioso cuando nosotros nos alejamos de Él, y es precisamente eso lo que estamos llamados a imitar, la compasión de nuestro Padre.

Debemos saber que la compasión y misericordia del Padre está presente en nuestras vidas de manera permanente.

Eso es lo que encontramos en la quinta bienaventuranza.

Los misericordiosos son afortunados, dice Jesús, porque recibirán misericordia de Dios.

¿Qué quiere decir ser misericordioso? Normalmente, pensamos en compasión y amabilidad, pero, además, tiene que ver con el perdón. Es darle amor a alguien, aun cuando no lo merezca.

Ese es el tipo de amor que Dios tiene por nosotros.

 Un amor completo, un amor en todo momento y situación.

Ese amor que no pone condiciones, sino que a pesar de cualquier cosa sigue presente.

En la Biblia encontramos la compasión de Dios una y otra vez. Aunque su pueblo no es fiel, Dios nunca se rinde. Al contrario, nos demuestra su amor profundo al darnos a su Hijo. Como dice el Nuevo Testamento, Dios mostró su amor a cada uno de nosotros, en que, a pesar que éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.

 La misericordia está también presente en la historia del hijo que se va de la casa. 

Él había herido los sentimientos de su padre, pero al regresar, aun antes de poder pedir disculpas, su padre ya lo estaba abrazando dándole la bienvenida. 

Eso es compasión.

Su hermano llevaba una cuenta de todas las cosas que el joven hermano había hecho y sintió descontento cuando el padre lo perdonó. 

La falta de compasión está presente en nuestras vidas cuando tenemos actitudes no adecuadas con los demás. 

Podemos justificarlas, como lo hizo el hermano que se quedó con el padre en casa, y humanamente talvez tenga razón, pero Jesús enseñó un principio diferente.

 Cuando abrimos nuestros corazones a la compasión, podemos disfrutar verdaderamente la compasión que Dios nos tiene. 

Y entonces seremos realmente dichosos.

*ORACION*

 Padre, gracias por esa misericordia que se renueva cada día en mi vida. Dame un corazón compasivo y misericordioso para que los demás puedan ver tu amor a través de mí. Amén.

Silvina Ardizzi