Somos el resultado de las decisiones que tomamos

«Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.” Efesios 5:15-17

Esta afirmación golpeó mi mente cuando la escuché, me quedé pensando bastante tiempo. Me surgen muchas preguntas:
¿Podemos cambiar una decisión tomada?
¿No cuida Dios de mí y atiende los asuntos de mi destino?
¿Si oramos y nos encomendamos a Dios, podemos equivocarnos?
¿Nuestras decisiones pueden alcanzar y afectar el ámbito espiritual en los propósitos de Dios?
¿Permitirá Dios que yo me equivoque?
Con seguridad podemos decir que:
El hecho de ser cristianos no nos quita la responsabilidad de nuestras decisiones.
“Somos responsables de nuestras decisiones”
Un buen ejercicio es mirar los resultados y luego ver cuáles fueron las decisiones que nos llevaron a ese resultado.
¿Cuándo hay que tomar decisiones?
Las decisiones se deben tomar siempre cuando hay una duda en algo y para ello necesitamos un carácter firme. Claro que no es fácil tomar una decisión y por ello necesitamos ser conscientes de la importancia de esto.
Las decisiones pueden tener efecto en varios ámbitos de nuestra vida y es por ello que no podemos ignorar el ámbito que nos rodea. Yo no puedo tomar decisiones en el ámbito de mi familia y no interesarme por resto de los familiares. Debo preguntarme, ¿afecta mi decisión a los otros de modo que deba comunicarla antes? lo mismo en el trabajo y también en el ámbito de la vida espiritual.
Todas las decisiones van a afectar nuestra persona y al entorno.
Decisiones en el ámbito espiritual
Vemos aquí decisiones que tienen efecto en el ámbito espiritual
«¿Acaso no está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la libre?
El de la esclava nació por decisión humana, pero el de la libre nació en cumplimiento de una promesa. Gálatas 4:22-23
¿Recuerdan el caso aquí? Sara viendo la demora de la promesa decidió tomar cartas en el asunto y bueno… quiso ayudar a Dios. Fatal error, hasta el día de hoy.
«Muy de mañana, todos los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo tomaron la decisión de condenar a muerte a Jesús. Mateo 27:1
En este caso vemos una decisión que por más cruel que fuera tenía que pasar.
«Pero si a vosotros os parece mal servir al Señor, elegid vosotros mismos a quiénes vais a servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra vosotros ahora habitáis .Josué 24:15
Otro caso en donde los Israelitas debían tomar una decisión de futuro que afectaría su destino espiritual.
«Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa; abiertas las ventanas de su habitación que daban a Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, oraba y daba gracias delante de su Dios como solía hacerlo antes.» Daniel 6:10
Bueno aquí vemos como Daniel, toma una decisión que le costaría pero era correcta.
Podemos afirmar que:
– Las decisiones que tomamos traerán su consecuencia inevitable a veces.
– Sobre las decisiones que tomamos, Dios puede sin duda ayudarnos a cambiarlas.
¿Cómo tomar las decisiones correctas?
Recomiendo antes indagar en:
1.- Qué nos dice la Biblia
2.- Qué nos dicen nuestros familiares.
3.- Qué nos dicen nuestros Pastores o líderes.
4.- Orar
5.- Tomar la decisión 100% como la palabra de Dios me indique que debo actuar.
¿Que garantizan con esto?
1.- Que habrán actuado correctamente frente a Dios y los hombres.
2.- La bendición de Dios está sobre los que actúan justamente.

Escrito por Jose Luis Malnis

Fuente : Iglesia Latina en Munich, Alemania