Características del Hombre a quien Dios Usa

INTRODUCCIÓN:
a. Pienso que todos queremos ser hombres útiles, hombres usados por Dios.
b.¿Qué cualidades debe tener un hombre al cual Dios pueda usar?

  • Hombre  Visión
  • Hombre de Principios
  • Hombre de Integridad
  • Hombre Sabio
  • Hombre con Valor
  • Hombre Responsable
  • Hombre de Fe

c.¿Para qué utiliza Dios a un hombre?

  • Lo utiliza para transformar a su familia = PADRE-ESPOSO
  • Lo utiliza para transformar a otros = CONSEJERO. EJEMPLO A OTROS.
  • Lo utiliza para transformar a su Iglesia = LÍDER ESPIRITUAL, SERVIDOR.
  • Lo utiliza para transformar su Sociedad = EMBAJADOR,
  1. Aprendamos de Jonás otras características de un hombre al que Dios utiliza.
    I. El hombre al que Dios utiliza ES UNO ENVIADO POR EL (Jonás 1:1, 2.)
    a. La elección es un acto soberano: Dios decide a quién elige “Yo haré pasar toda mi bondad delante de tu rostro y pronunciaré el nombre de Jehová delante de ti, pues tengo misericordia del que quiero tener misericordia, y soy clemente con quien quiero ser clemente” (Ex 33:19). La elección es un acto excluyente: Algunos no son elegidos “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia” (Romanos 9:16). La elección no depende de ninguna virtud o parecido. La biblia dice que “Jehova no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que esta delante de sus ojos, pero Jehova mira el corazón”. (I Samuel 16:7.)
    b. La elección es incondicional: No depende de cualidades o virtudes “Antes que te formara en el vientre, te conocí, y antes que nacieras, te santifiqué, te di por profeta a las naciones;” (Jeremías 1:5) De Juan el Bautista se dice. «Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. Juan no era la luz sino para que diese testimonio de la luz» (Jn. 1:6-8).

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  1. El hombre a quien Dios utiliza, en primer lugar es un hombre que vive consciente, veinticuatro horas al día, de su irresistible vocación divina. «Fue un hombre enviado de Dios.»     Ahí mismo, en Juan 5:55, leemos: «Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad». Versículo 35: «Él era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz». El hombre de quien hablamos, que Dios puede usar con poder, como usó con poder, es un hombre antorcha. Escúchenlo bien, un hombre tea, un hombre antorcha, que alumbra, se consume, se gasta, ilumina vidas, muestra la senda al desorientado y dice: «Este es el camino, andad por él». Pero Juan no sólo alumbraba, sino que ardía, se quemaba, se gastaba, como una vela que se enciende y se extingue, se consume, en el servicio del Señor.. Dijo el Señor: «Y vosotros quisisteis regocijaros por un poco de tiempo en su luz». Por un poco de tiempo, una vida fugaz y pasajera.
    II. El Hombre al que Dios utiliza ES UNO QUE RECIBE UNA COMISIÓN (Jonás 1:2)
    a. La comisión es algo concreto: Dios es claro en lo que pide, es su voluntad ¿Qué pide Dios a estos hombres en los pasajes siguientes?
  • Josué (Josué 1:2)
  • Gedeón (Jueces 6:14)
  • Pedro y Andrés (Mateo 4:19)
  • Pablo (Hechos 9:15)
  1. La comisión consiste en cosas posibles: Dios no pide cosas imposibles
    c. La comisión no es para cosas absurdas: Lo que Dios pide cumple un propósito
    d. La comisión es incuestionable: Tal como Dios lo pide y a quien él lo pide “No digas: “Soy un muchacho”, porque a todo lo que te envíe irás, y dirás todo lo que te mande.” (Jeremías 1:7)
    e. La comisión se convierte en la misión del hombre ANTITIPO: Nadab y Abiú no habían sido mandados (sin comisión) (Levíticos 10:1), que diferente a lo que Dios dijo de Pablo. (Hechos 9:15.)
    III. El Hombre al que Dios utiliza ES UN HOMBRE IMPERFECTO (Jonás 1:3)
    a. Imperfecto porque está indispuesto: No tiene deseo de cumplir su llamado

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  1. Imperfecto porque se considera incapaz: Cree que no podrá hacerlo “¡Ah, ah, Señor Jehová! ¡Yo no sé hablar, porque soy un muchacho!” (Jeremías 1:6)
    c. Imperfecto porque es indigno: Nadie, ni el mejor a fin de cuentas, lo merece “¿Quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel?” (Éxodo 3:11)
    d. Imperfecto, como todos los somos: Jesús siendo fuerte se hizo débil “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en él.” (2 Corintios 5:21)
    e. Imperfecto es lo que Dios utiliza: Para avergonzar a lo perfecto “sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia” (1 Corintios 1:26-29) ANTITIPO: Ananías, quiso quedar como perfecto (Hechos 5:1-2).
    IV. El Hombre al que Dios utiliza ES UNO QUE SUFRE QUEBRANTAMIENTO (Jonás 1:17)
    a. El quebrantamiento viene por negarse a obedecer
    b. El quebrantamiento viene al buscar lo suyo: O seguir sus instintos
    c. El quebrantamiento se manifiesta en situaciones adversas. Que interrumpen los planes y lo hacen volverse a Dios
    d. El quebrantamiento llega a ser una lección de humildad: le enseña a dejar de confiar en sí mismo para confiar en Dios “Y me ha dicho: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad». Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” (2 Corintios 12:9)
    e. El quebrantamiento viene también en el cumplimiento de la misión:
    V. El Hombre al que Dios utiliza ES UN HOMBRE QUE ORA (Jonás 2:1)
    a. A través de la oración establece y mantiene un contacto estrecho con su Dios.
    b. La oración en la presencia de Dios muestra más claramente su voluntad “Moisés entró en medio de la nube y subió al monte. Y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.” (Éxodo 24:18)

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  1. La oración se convierte en un diálogo franco con Dios: Se expresan tanto la gratitud y la necesidad como la frustración y el enojo “¡Ah, Jehová!, ¿no es esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis, porque yo sabía que tú eres un Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte y de gran misericordia, que te arrepientes del mal. “Ahora, pues, Jehová, te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida.” (Jonás 4:2-3)
    d. La oración genera una respuesta por parte de Dios (Jonás 2:10) “Por tanto, así dijo Jehová: «Si te conviertes, yo te restauraré y estarás delante de mí; y si separas lo precioso de lo vil, serás como mi boca. ¡Conviértanse ellos a ti, mas tú no te conviertas a ellos! Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce; pelearán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte dice Jehová.” (Jeremías 15:19-20) ANTITIPO: Todos los hombres. (Numeros 16:1-12)
    VI. El Hombre al que Dios utiliza ES UNO QUE LE OBEDECE (Jonás 3:3)
    a. La obediencia es resultado del quebrantamiento y la oración
    b. La obediencia es consecuencia de conocer la voluntad de Dios y de hacerla.
    c. La obediencia tiene su fundamento en la fe: Para cumplir se debe tener seguridad y confianza
    d. La obediencia exige una dependencia absoluta de Dios: sin cuestionar lo que él pide ANTITIPO: Saúl, prefería obedecer a los hombres (1 Samuel 15:11)
    VII. El Hombre que Dios utiliza ES UNO QUE VE RESULTADOS (Jonás 3:5)
    a. Los resultados son frutos de Dios mismo: y se ve como el resultado de haber hecho y cumplido la voluntad de Dios. Dios siempre va a bendecir y hacer frutificar nuestro trabajo para él.
    b. Los resultados pueden ser inesperados: diferentes, mayores o menores de lo esperado. Jonas no esperaba esos resultados.
    c. Los resultados consisten en una transformación: de las personas y de su entorno
    d. Los resultados han de producir satisfacción “Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho;” (Isaías 53:11)

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CONCLUSIÓN
Quiera Dios permitirnos desarrollar estas características, las cuales difieren grandemente de lo que la sociedad considera las características de un hombre de “éxito”.

Estas características vienen de Dios mismo cuando él forja el carácter del hombre para perfeccionarlo y para hacerlo útil para sus planes y propósitos en el mundo

Cuando Dios busca a un hombre para que trabaje en su viña, no pregunta: “¿Tiene grandes

dotes naturales? ¿Es bien instruido? ¿Es buen cantante? ¿Es elocuente orador? ¿Puede hablar

mucho?” Sino más bien, pregunta: “¿Es su corazón perfecto hacia mí? ¿Es santo? ¿Ama mucho?

¿Está dispuesto a andar por la fe y no por la vista? ¿Me ama tanto, y tiene tal confianza en el amor que yo le tengo a él, que puede confiar en que yo le utilice aun cuando no vea ninguna señal de que yo le estoy utilizando? ¿Se cansará y desmayará cuando yo le corrija con objeto de hacerle más apto y más útil? ¿O exclamará como Job: “Aunque me matare, en él esperaré”? (Job 13:15).

Recuerden siempre esto, lo escuché de uno de mis profesores en el seminario: “Dios no siempre llama al hombre que está capacitado, pero siempre capacita al hombre que es llamado.”

Pastor. Obel Guzmán.