Hijo mío, presta atención a lo que te digo. Escucha atentamente mis palabras. No las pierdas de vista.
Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón,
pues traen vida a quienes las encuentran
y dan salud a todo el cuerpo.(Proverbios 4:20-22)
La palabra de Dios es la que trae medicina a todo nuestro cuerpo .
Aquel que con solo Su palabra creo todo lo que existe, también te hizo a ti y a mi sano.
Ahora bien como cuando vamos al medico el nos da el diagnostico y luego la medicina, somos nosotros los responsables de ir a comprar la medicación y luego tomarla en acuerdo a lo que nos dijo el médico.
Bueno en el plano espiritual es igual; se nos diagnostico que no fue Dios quien nos enfermo sino que es producto del pecado generado en el Edén y el enemigo trajo todo lo malo que existe.
Dios Padre mando la medicina, a Jesús, la palabra que se hizo carne
Entonces en Jesús y por su llaga fuimos sanados.
Así que si Jesús pago por mis pecados la medicina viene a nosotros en forma totalmente GRATUITA.
Bien entonces tenemos el diagnostico y el remedio, ahora hay que tomarlo .
¿ Y cómo se toma ? Cuando vamos al médico es lógico que vamos a creer que el profesional nos dirá certeramente que tenemos y creemos que lo que nos recetará sanará nuestras dolencias.
Sería absurdo ir sin fe o no tomar la medicación.
Así que lo primero que debemos hacer es creer TENER FE QUE JESUS ES NUESTRO SANADOR.
Ahora viene el medicamento la pastilla, o gragea jajaja como les guste.
Esa pastilla es la palabra de Dios.
Dice Proverbios 4:20-21 “Hijo mío, presta atención a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. Que no se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón.
Mira solo cuando la palabra de Dios entra en medio de nuestro corazón y se queda allí, que produce sanidad a nuestro cuerpo.
No lo conseguirás con conocimiento mental o repetirlo como un mantra.
La palabra tiene que entrar a tu espíritu a través de la meditación que es cuando pensamos todo el día en ella, cuando la decimos, la pensamos, la creemos confiadamente, sin ansiedad ni angustia.
Dios no oye los lloriqueos de sus hijos, no serás mas escuchado porque te pongas a llorisquear diciéndole a Dios
“AY POR FAVOR SEÑOR SANAME DALE “ me hace recordar cuando mi sobrino se encapricha.
No amados ! Dios oye nuestra oración de fe no de temor.
Tenemos que orar y declarar con certeza porque EL nos oye.
Ahora como toda medicación tiene su tiempo para hacer efecto, así que no te angusties, como todo medicamento no hace efecto al instante tiene su proceso y Dios es sabio nunca llegara tarde ni temprano ; justo en el momento adecuado la sanidad se hará real en nuestros cuerpos.
Yo tarde en ser sana del asma 4 años , y desde hace 20 años que he sido sana completamente.
Así que toma la medicina, repítela piensa en tu corazón lo que estás diciendo y veras que tu sanidad la disfrutaras en el tiempo justo de Dios
Busca en la palabra, las promesas en acuerdo a tu sanidad , escucha o lee libros de cómo otros fueron sanados por Jesucristo.
Confía DIOS SE HA PROPUESTO MATERIALIZAR TU SANIDAD.