Porque yo ?

Porque yo

Los niños nunca se cansan de preguntar «¿por qué?»

Los niños preguntan acerca de todo, los adultos se preguntan acerca del sufrimiento.

Es evidente que el mundo funciona de acuerdo a un sistema de causa y efecto, sin embargo, hay algunos efectos para los que no podemos encontrar una causa clara y algunas causas que no nos llevan a los efectos esperados.

Era de esperar que la riqueza y la familia de Job le darían una vida muy feliz y, por un tiempo, se la dieron.

Pero la pérdida y el dolor que experimentó nos impacta. Los dos primeros capítulos de su historia son algo más de lo que podemos soportar.

Para aquellos que ante el más pequeño problema preguntan rápidamente «¿Por qué?», la fidelidad de Job les parecerá increíble.

Pero hasta Job tuvo algo que aprender. Nosotros podemos aprender con él.

Nuestra era, en donde todo es «instantáneo», nos ha hecho perder la capacidad de esperar.

Pretendemos adquirir paciencia en forma instantánea, y en nuestra prisa, pasamos por alto la contradicción.

De todo lo que queremos ahora, el consuelo para el dolor está al principio de nuestra lista.

Queremos una cura instantánea para todo, desde el dolor de muelas hasta las angustias del corazón.

Aunque algunos dolores han sido curados, seguimos viviendo en un mundo donde mucha gente sufre.

En la biblia , el libro de Job,   nos cuenta que  él no estaba esperando respuestas instantáneas para el intenso dolor físico y emocional que soportó.

Pero , lo que quebrantó su paciencia no fue el sufrimiento, sino el no saber por qué sufría.

Cuando Job expresó su frustración, sus amigos tenían listas sus respuestas.

Creían que la ley de causa y efecto se aplicaba a todas las experiencias de la gente.

Su punto de vista acerca de la vida se redujo a: las cosas buenas le suceden a la gente buena y las cosas malas a la gente mala.

Debido a esto, sintieron que su rol era ayudar a Job a que admitiera que lo malo que había hecho había originado su sufrimiento.

En realidad, Job miraba la vida casi de la misma manera que sus amigos.

Lo que no pudo comprender , era por qué estaba sufriendo tanto cuando tenía la seguridad de que no había hecho nada para merecerlo.

El último de sus amigos, Eliú, ofreció otra explicación para el dolor al señalar que Dios estaría permitiendo el sufrimiento para purificar a Job.

Pero eso fue útil sólo en parte.

Cuando finalmente Dios habló, no le dio una respuesta a Job.

En cambio, recalcó que es mejor conocer a Dios que conocer las respuestas.

A menudo sufrimos las consecuencias de malas acciones y decisiones equivocadas.

La disposición de Job para arrepentirse y confesar lo que sabía que había hecho mal es una buena pauta para nosotros.

A veces el sufrimiento nos moldea para un servicio especial hacia los demás.

A veces el sufrimiento es un ataque de Satanás en nuestra vida.

Y a veces, no sabemos por qué sufrimos.

En todas esas ocasiones, ¿estamos dispuestos a confiar en Dios aunque nuestras preguntas no tengan respuesta?

Versículos clave:

Santiago 1:2-4 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”

1Pedro 5:10 “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.“

 

Silvina