Primer recurso contra la tormenta

Primer recurso contra la tormenta

Algunas veces me maravillo por lo mucho que podemos luchar en una situación antes de pensar en hablar con Dios sobre las adversidades y escuchar Su voz.
Nos quejamos por nuestros problemas, refunfuñamos, murmuramos, le contamos a nuestros amigos y hablamos de cuán frustrados estamos , que tenemos ganas hasta de tirar la toalla.
Luchamos con situaciones en nuestras mentes y emociones, mientras que con frecuencia no tomamos ventaja de la solución más simple que hay: la oración
Pero peor que eso, decimos la frase más ridícula conocida por el hombre: «Bueno, creo que lo único que puedo hacer es orar».
Estoy segura que has escuchado esto antes y quizás incluso lo hayas dicho.
Todos somos culpables de tratar la oración como el último y desesperado recurso y decir cosas como, «Bien, nada más está funcionando, así que quizás debemos orar».
¿Sabes qué me dice esto? Me dice que realmente no creemos en el poder de la oración como deberíamos.
Llevamos cargas que no necesitamos cargar – y la vida es mucho más difícil de lo que tiene que ser – porque no nos damos cuenta de lo poderosa que es la oración.
Si nos diéramos cuenta, le hablaríamos a Dios y escucharíamos lo que El nos dice acerca de cada cosa, no como último recurso, sino como una primera respuesta.

Imitemos a Moisés;  leamos

Números 9: 6-8 Pero algunos no pudieron celebrar la Pascua en aquel día, pues estaban ritualmente impuros por haber tocado un cadáver. Ese mismo día se acercaron a Moisés y a Aarón, y les dijeron:
—Hemos tocado un cadáver, así que estamos impuros. Ahora bien, esa no es razón para que no presentemos nuestras ofrendas al Señor en la fecha establecida, junto con los demás israelitas.
Moisés les respondió:
—Esperen a que averigüe lo que el Señor dispone con relación a ustedes

La respuesta lógica y humana sería, si no puedes hoy hazlo cuando puedas.

Pero Moisés aprendió a depender de Dios en cada circunstancias , aún por pequeña que fuera esta.

EL ,TODO PRIMERO LO CONSULTABA A DIOS.
Deja que la oración sea tu primera respuesta, no tu último recurso
Salmo 63 :1
Oh Dios, tú eres mi Dios;
de todo corazón te busco.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi cuerpo te anhela
en esta tierra reseca y agotada
donde no hay agua.
👑Silvina