Es hora de reconocer nuestros errores
Reconocer nuestros errores nos ayuda a crecer.
Quien no admite sus errores, se estanca en el proceso de crecimiento espiritual y personal.
Sólo quienes reconocen sus fallas, pueden emprender el camino de corregirlas y dirigirse a nuevos senderos de cambio.
Si observamos bien la historia de Caín y Abel vemos algo singular que hicieron.
Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los
primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Génesis 4 : 3-5
¿Que paso aqui? Dios no miró con agrado a Caín porque le ofrecía algo de poca calidad; «del fruto de la tierra una ofrenda» (v. 3),
es decir algo sin importancia , lo que sobraba, no lo primero, no lo mejor de su trabajo.
En cambio Abel trajo «de los primogénitos de sus ovejas» (v. 4). Pero Dios asi mismo le dió la oportunidad de enmendar el error. Caín rechazo la corrección.
¿Cómo reaccionas tu cuando alguien te sugiere que has hecho algo malo?
¿Actúas para corregir el error o niegas que necesites corrección?
Después de que el sacrificio de Caín fue rechazado, Dios le dio la oportunidad de corregirlo e intentarlo de nuevo.
¡Incluso Dios lo animó para que lo hiciera!
Pero Caín se negó y el resto de su vida es un ejemplo sorprendente de lo que les sucede a aquellos que se niegan a admitir sus errores.
La próxima vez que alguien te sugiera que estás errado, échate un vistazo sincero y elije el camino de Dios en lugar del de Caín.
👑 Silvina
Muy buena enseñanza.